martes, 30 de noviembre de 2010

Picadora de cerebro


Día fatal. Ruido todo el día. La gente de Aysa estuvo rompiendo la calle en donde vivo para colocar unos tubos inmensos. Cavaron y picaron severo pero todavía falta más: el agujero que hicieron es como para un bafle de 24 cm y tienen que hundir ahí las piernas de varios gigantes. Por esta razón, el tránsito está cortado.
A la noche, la vecinita cumplía años y vinieron sus amigos. Varones: a jugar a la pelota en plena calle como antaño y "pasala" y "un toque" y "golazo". Nenas: a cantar y bailar, disfrazadas de princesas, en la puerta de mi casa, un reguetón en tono balada. Aproximadamente siete años de edad y "tú me dejaste caer pero ella me levantó" con una varita mágica en la mano. Son once los pibes. Perdón: ¿nadie va al colegio mañana? Digo, son las diez y media de la noche... Ruido- parte dos.
Miro por la ventana y veo: princesas varias, messis truchos, la luz de mi puerta saltada por un pelotazo, la calle hecha polvo -literalmente-, los tubos esperando, un perro que ladra sin parar y la vecina que se acerca con la torta para que soplen todos, en el medio de la calle. A los gritos como en una pancarta ¡¡ feliz cumpleaños!!
Serenella

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