lunes, 29 de noviembre de 2010

EL JUEGO

Ayer no pasó casi nada. Miento: la columna azul parpadeó dos veces, y Chiquito intuyó que era una señal de que en alguna parte, una nueva banda de rock malo conseguía una fecha buena. Además la Nena Sin Corpiño mejoró su revés como por Arte de Magia. La misteriosa y repentina dinámica del Progreso en El Juego ya la habíamos verificado con el Muro: un buen día, de pronto, te sale un golpe que toda la vida se te había negado, casi -te dabas a pensar, recostado y pegoteado contra la cuerina bordó tras una nueva derrota- como un destino. Pero en eso El Juego es un sucedáneo mejorado de la existencia, y por ello, supongo, nos convoca aquí cada día. Ayer el Buen Dios de El Juego asisitó a La Nena Sin Corpiño con un mandoble allí donde antes salía un golpe blando, dormilón, evidente. El Dragón, que ya se había puesto la bata, la vio pasar sin atinar a devolverla, soltó un improperio y perdió un punto que clavó el marcador allí donde mucho antes hubo un magazine: 13/20.

Alerón

No hay comentarios:

Publicar un comentario