lunes, 29 de noviembre de 2010

El perrito de la cola biónica

Era tricolor: blanco, negro y marroncito. Era chiquito, de ojitos negros y brillantes como dos cascarudos. Era bueno. Paseaba por el salón con la inocencia de un chico paseando por prados soleados. No se cruzó con la rata muerta. Creo que nunca se conocieron, eran de mundos diferentes. Lo de ellos no podía ser. La china lo llamó desde arriba de mala gana. Él subió dócil, con esa colita erguida que parecía una antena.
Hoy perdí todos los partidos.

El Muro

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